El vacío invierno de la ciudad insomne
acuchilla a los transeúntes.

Siento deslizarse a los dragones que anidan en mi garganta.
Escapan por la madrugada
danzan y me acunan.



Es perfecta la compañía: Goya, las escaleras del Teatro Municipal, el ruido, la callejuela a la izquierda, tu mano reconociendo la mía.



Tu voz otoñal huele a vieja amistad

y sí, son lindos los besos en el centro de la ciudad,



pero tengo dragones en la garganta

y no les gusta que te acerques tanto.

9 comentarios:

Paola R. Senseve T. dijo...

Vaya!... (en español)

He quedado sin palabras. Un final perfecto.

:)

Pablo E. Osorio A. dijo...

Si. Es lindo besarse en el centro de la ciudad. En el centro.

flacazul dijo...

los besos son geniales en los centros de todas las ciudades; en calles pequeñas, en cafés llenos de luz...
besarse, siempre
es
un abrazo.

RONALDO dijo...

Metimos el freno de mano, no?
Escuche q venias por aqui pronto. Cierto?

La Vero Vero dijo...

Más lindo que besarse en el centro de la ciudad (que es lindo) es besarse en el centro de la vida y del alma. Y llegando ahí, no hay frenos, ni excusas, ni salvavidas, ni relojes...solo beijos.

Enrique Fernández García dijo...

Desde hace mucho tiempo, los dragones han protegido a las beldades de individuos estereotipados. A veces, sin embargo, su custodia se transforma en suspicacia bélica, impidiéndose así el inefable acto de besarse sin restricciones convencionales.

Un abrazo ácrono.

RONALDO dijo...

6 de julio es la fecha... llama cuando llegues.

Tuuntey dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
la mujer habitada dijo...

Pao:
Gracias... Lo bueno es que he descubierto, algunso días después, que no fue un final.
:)
Un abrazo grande

Pablo:
En el centro. Como dice La vero vero, en el centro de todo.
Ven siempre. (Claro que tampoco está nada mal besarse en las periferías, no? )
Saludos

Flacazul:
Cuánta razón tienes...
Cuánta...

Ronaldo:
Es un mal vicio ese de dejar la mano siempre sobre el freno, por si las dudas. Nos vuelve paranoicos, creo.

Seis. Anotado.
Hasta pronto...

Vero Vero:
Qué bueno tenerte por aquí. Me gusta mucho el color de tu libertad.

Un abrazo grande, y salud.

Enrique:
Lo que los cuentos no contaban es que el dragón es la mujer a quien protege.

El abrazo vuelve, simultaneo.